El Alcalde de Floridablanca,
Santander, Colombia, Héctor Mantilla
Rueda, llegó y se encontró con un monstruo
que aterrorizaba día y noche a la
ciudadanía y sin pensarlo dos veces, lo cogió por la cabeza y lo inmovilizó.
El caso es que el Sr. Mantilla se
encontró con que el alcalde anterior, había suscrito con unos particulares, desde noviembre de 2011, un contrato leonino, con el que, al estilo James Bond, se le
otorgaba permiso para fotografiar desde
carros no oficiales, sin ninguna identificación, camuflados como camaleones entre el parque automotor, a todo aquel, que a juicio de los conductores particulares, consideraran infractor
Los
carros espías, tres en total, se dedicaron desde esa fecha a fotografiar a diestra y siniestra a los ciudadanos que creían se movilizaban con exceso de velocidad, se hallaban mal parqueados o estaban invadiendo el
carril exclusivo de Metrolinea.
Y claro, el famoso y leonino contrato les otorgó a los voraces y pirañescos contratistas
la no despreciable cifra del 82, 3 por
ciento de ganancias y a la alcaldía el ridículo porcentaje de 17,7 por ciento.
Con razón está molesto
el Alcalde. Probablemente, si fuera a la inversa, estaría feliz y no se hubiera indispuesto
como lo hizo.
El Contrato (¿??) de
Floridablanca no le dio al contratista el poder de convertirse en autoridad
policiva y sin embargo eso es lo que está haciendo al expedir fotomultas y
notificar a los ciudadanos.
Para controlar el atropello, que
se comete contra la ciudadanía, el alcalde Mantilla expidió la Resolución 040
de 2016 que busca “desmontar la ‘guachafita’ de las fotomultas. Vamos a
reglamentar la aplicación de los comparendos que impone el carro de las
fotomultas, el cual, de manera persecutiva viene sancionando de forma
indiscriminada a todos los florideños”.
Los alcaldes y concejales de los
municipios de Colombia han visto en las secretarías de Tránsito, y sobre todo
en los comparendos, el medio para financiarse y dizque “hacer gestión”.
Descarados, sinvergüenzas, abusivos. Llegan a los puestos y se crecen, olvidándose
de quiénes los llevaron a ocupar esos cargos.
Lo más curioso es que los
santandereanos tienen fama de personas altivas, aguerridas, como lo fueron los
comuneros, que no se dejan atropellar ni amilanar por la politiquería, pero la
realidad muestra a un pueblo sumiso, borrego, con la cabeza agachada que acepta
que estos politiqueros bastardos les metan la mano al bolsillo y les apliquen
sanciones que están por fuera de la ley.
Ojalá en mi Manizales no pase lo
mismo y algunos de los concejales que no
están comprometidos con el pueblo permitan que aquí se instale el sistema de
las foto multas.
TODOS los manizaleños tenemos que
cerrar filas en torno a mantener una UNIÓN solidaria y una vigilancia permanente a las propuestas de los concejales y
del Alcalde para que no nos dejemos acomodar mas impuestos, sanciones ni tributos.
Esperemos que el nuevo alcalde siga
el ejemplo del de Floridablanca y de inmediato entre a analizar el convenio interadministrativo
que tiene el Sistema de Transito de Manizales, STM de la ciudad con INFOTIC, y termine de una vez
con este bodrio de convenio que es un atropello, una salvajada que comete el
municipio en contra del pueblo manizaleño.
Esta bellaquería, villanía, canallada del Tránsito local hay que acabarla de
inmediato y empezar a buscar recursos nacionales para invertir en la mejora de
la malla vial y de los servicios de transporte y tránsito de la ciudad y no
esperar que sea la ciudadanía quien con su menguado peculio, haga las obras, que
le corresponde, por ley, hacer al Municipio.
Hay que acabar con la Ley de
Transito y convertirla en una ley preventiva y no punitiva como está
actualmente
SI a la Reforma de la LEY de Tránsito (Ley 769 de 2002)
B