jueves, 5 de julio de 2018

En Colombia ser pilo “NO Paga”







Cuando Danna Carolina   abrió por primera vez sus dos grandes ojazos negros, aquella fría mañana del 14 de enero de 1987, en el Hospital General de Medellín,  lo primero que vio fue a su bella madre y a su abuelita materna, sonriéndole; pero no vio por ningún lado  a su padre. Imposible verlo, porque éste, había sido asesinado cuatro meses atrás,  por las traicioneras balas de un grupo, encargado de acallar las voces de aquellos que pensaban diferente. Y  su padre, un joven hidrólogo de 37 años, formado en la Universidad de Tasken, URSS, cometió el error de aceptar el cargo de Secretario del  Sindicato de Profesores de la Universidad de Medellín, donde trabajaba, lo que  puso en su cerviz  la  diana por donde segaron  su vida. Todo por  haber estudiado en Rusia de donde regresó con el estigma  de enemigo del Estado, marxista- lenininista. 

Marta Inés, la madre de Danna , una mujer pacoreña,  aguerrida, estudiante universitaria, no le quedó más remedio que abandonar sus estudios  de Ingeniería civil, que cursaba en la U de Medellín, y dedicarse a criar a sus dos pequeños, ahora enfrentados sin padre a la  cruda realidad de viuda a los  19 años, en donde tenía que subsistir con la pensión de sustitución  mínima, único legado que le quedó  de su esposo.

Con el corazón destrozado, viajó a Manizales donde se dedicó a “levantar” a sus  dos criaturas la recién nacida y un bello niño de apenas un año de edad.
Pasó el tiempo y Danna ingresó al Instituto Universitario de Caldas donde su liderazgo se hizo notar cuando tomó a su cargo el grupo de porristas de la institución.


En un acto público de la entidad, en donde estaría presente el Alcalde Municipal, el Gobernador del Departamento y lo más granado de la sociedad  manizalita, pidió permiso, al coordinador de disciplina, para leer públicamente una carta de protesta por la desatención a sus porristas, lo que obviamente le fue negado y a cambio le mereció que  la expulsaran, por quince días del benemérito claustro  caldense, solo por pensar diferente (porque definitivamente no pudo obrar) y lo más grave y absurdo, fue que el respetabilísimo Don Raúl, el flamante Rector de la entidad, en un acto de soberbia, le quitó  el derecho que ella tenía  de ser la mejor alumna de su promoción, por haber obtenido el mejor ICFES de la entidad, en la jornada de la mañana de ese año 2003. El hombre, se las ingenió, acolitado por un sumiso,  blandengue y pusilánime  Consejo de Profesores, que en acto mezquino decidió, por primera y única  vez, en la historia de la entidad, unir las dos jornadas para entregar el reconocimiento al mejor bachiller, un alumno de la Jornada de la Tarde,  que por dos puntos  aventajaba a Danna.

En la entrega de diplomas, el cobarde rector, manifestando públicamente su coraje, odio, rencor, hacia una alumna, menor de edad, no quiso hacer entrega personal del cartón, el  que cedió a su mas inmediato colaborador, para que se lo diera a la graduanda.

Volvieron a Medellín donde su dedicación le permitió graduarse como la mejor estudiante de la Facultad de Lenguas Extranjeras de la Universidad de Antioquia, promoción 2012. Lo más curioso es que estaba cursando paralelamente su amada física y lenguas extranjeras y logro conservar un alto promedio académico lo que le permitió  ser  matrícula de honor, en dos ocasiones.

Viajó a Lund, Suecia con una supuesta beca condonable  de Colfuturo, entidad creada dizque para que  jóvenes brillantes, se capacitaran y fueran el porvenir de Colombia y media beca de Enlaza Mundos, entidad ideada por la Alcaldía de Medellín para ayudar a estudiantes “pilos” de Antioquia.

Regresó al país en noviembre del 2017, con una sólida  preparación y  con su cartón de Magister en Ciencias del Ambiente y Sostenibilidad, carrera que forma profesionales en biodiversidad, eficiencia energética, sociedades sostenibles, conservación ambiental, energías renovables, uso de recursos naturales, etc. es decir todo lo que requerimos hoy para atajar la destrucción del planeta y evitar procesos de contaminación y deterioro de nuestro medio ambiente  y lo primero que se encontró cuando llegó , fue una descomunal deuda,  de 150 millones de pesos  con Colfuturo, (¡!!!) y  quince millones con SAPIENCIA (lease Enlaza Mundos), de Medellin,   entidades que no le quisieron condonar  el préstamo ni reconocerle beca alguna, a pesar de ella estar reconocida como víctima en el Registro Único de Victimas, que se supone como tal tiene prioridades y ventajas en educación, salud y vivienda. Y  porque regresó a estas tierras un año después de lo pactado (debía regresar en julio del 2016) (¿???) desconociendo dichos organismos que los problemas de salud (estuvo tres meses recluida en una clínica), son imponderables, imprevistos con los que un estudiante no cuenta.

Las pruebas aportadas por ella demostraban que solo  pudo terminar materias en septiembre de 2017 y recibir su diploma de grado en noviembre de 2017. Ella regresó a Colombia en enero de 2018 y encontró que Colfuturo ya le estaba haciendo cobros en dólares y por la exorbitante suma de un millón ochocientos  ($ 1.800.00) mensuales, sin haberle enviado una resolución, un requerimiento, un derecho de petición, es decir violándole flagrantemente el debido proceso.

Ante el reclamo hecho por la "becaria", la olímpica respuesta que le dio la entidad del futuro, perdón Colfuturo fue que se consiguiera a alguien que le prestara 55 millones de pesos para poder cancelar la mitad de la deuda. Como si en este país le prestaran tan fácilmente  a cualquier hijo de vecino semejante cantidad.

Empezó a tocar puertas y a repartir hojas de vida pero  las ofertas salariales recibidas, casi todas de un salario mínimo, no le permitían cubrir las obligaciones de su formación académica y a la vez apersonarse de sus necesidades de arriendo y subsistencia

Gracias al SENA, consiguió un contrato de trabajo  a término fijo,   trabajando como profesora de Inglés (¿??) en un lejano pueblo de Antioquia,  convirtiéndose así en uno más  de  los cerebros fugados, subutilizados, desaprovechados que viajan al extranjero a prepararse para ayudar al país a afrontar el futuro y retornan hablando cuatro idiomas, con una formación académica envidiable y trabajando en algo para lo cual no requerían una maestría o un doctorado.  Por eso, en Colombia ser pilo, estudiante brillante, sobresaliente, definitivamente… “no paga” y no les pagan.

Las entidades educativas, las Secretarias de Educación y el Ministerio deben estructurar una política para que los jóvenes SOBRESALIENTES, durante su formación académica, reciban incentivos y puedan obtener una tranquilidad  económica y posteriormente laboral, es decir que el país los acoja y les brinde lugares donde puedan ejercer su profesión con lujo de detalles y no dejarlos, como en el caso de Danna, navegando a la deriva en un mar de burócratas y corbatas que no ven más allá de sus narices.

Una profesional como Danna, formada con alto rendimiento, muy seguramente si recibe una oferta de una entidad internacional, que si sepa valorar sus talentos,  la acepta de inmediato, porque éste país NO SABE cómo absorber, conservar, mantener a los jóvenes que forma con los dineros estatales.

Entidades como COLFUTURO y EnlazaMundos, son disimulados BANCOS que exprimen a los soñadores e incautos estudiantes que caen en sus agalludas garras. O sino miren los informes de rendimiento financiero de estas entidades, en donde se enorgullecen porque han incrementado su capital, a consta del sudor y las afugias y penalidades  de sus "beneficiarios".

Danna el único camino que tiene es DEMANDAR AL ESTADO.


Saul Sánchez Toro